Alejandro Peña Esclusa: “Hay que crear un movimiento de masas capaz de derrotar al marxismo cultural”.

En mi artículo anterior, “Esa maravillosa sensación de normalidad”, comenté la enorme variedad de debates organizados por el Mathias Corvinus Collegium, y que tuve el honor de participar en la presentación del libro de Alejandro Peña Esclusa, “La batalla cultural del Foro de Sao Paulo”, que acaba de ser publicado en húngaro. Pero no se trató de una mera presentación, si no más bien de una exposición al público húngaro de las razones por las que deben conocer qué es el Foro de Sao Paulo y porqué es tan apremiante luchar contra él.

Una lucha que empezó para Alejandro Peña Esclusa con la victoria de Hugo Chávez. Antes de ese fatídico momento, Peña conoció personalmente al militar golpista y pensó que si algún día llegaba al poder, Chávez destruiría su país, como así ha sucedido. Fidel Castro introdujo a Chávez en el Foro de Sao Paulo, le ofreció todo el apoyo de la izquierda iberoamericana y allanó su camino a la presidencia. Desde ese momento, miles de agentes cubanos llegaron a Venezuela para aplicar las medidas de control social que mantuvieron a Chávez y ahora mantienen a Maduro en el poder. El precio ha sido el saqueo y la miseria de Venezuela.

La importancia de Cuba, y sus servicios de inteligencia, en lo sucedido en Venezuela es fundamental. No hay que olvidar que Cuba intentó, con más fracasos que éxitos, exportar la “revolución socialista” a distintos países durante la Guerra Fría. Sin embargo, el Foro de Sao Paulo ha demostrado ser el medio más eficaz para extender el modelo cubano. Tras la caída de la Unión Soviética y del socialismo real, la izquierda iberoamericana abandonó el marxismo clásico para volcarse en su aspecto cultural, haciendo suyas las tesis de Gramsci de que el único modo de alcanzar el socialismo era destruyendo los valores tradicionales, esencialmente el cristianismo. El propio Lula da Silva, afirmaba recientemente que en Brasil se enfrentaron al discurso de las tradiciones, la familia y el patriotismo.

Los partidos de izquierda que forman el Foro tienen muy claro que deben combatir y destruir, sin embargo, durante demasiado tiempo no ha ocurrido lo mismo en la derecha que, en muchos casos, ha despreciado todo lo que tenga que ver con la batalla cultural. Peña afirmó que la mejor estrategia contra el Foro de Sao Paulo es una alianza de partidos de derecha: “No fui encarcelado por criticar a Hugo Chávez, fui encarcelado porque quise articular una respuesta internacional contra el Foro de Sao Paulo. Eso nos dice exactamente lo que tenemos que hacer”. La buena noticia es que ya existen iniciativas, como el Foro de Madrid, para forjar esa respuesta internacional; la mala es que la mayoría de Iberoamérica está gobernada por la izquierda. A pesar del tiempo perdido, por primera vez se reconoce la naturaleza del enemigo, una condición necesaria para poder derrotarlo, aunque, como señala Peña: “Hay que acelerar esas alianzas”.

Pero, ¿representa el Foro de Sao Paulo una amenaza para Europa? La respuesta es sí. El dinero del petróleo venezolano y el narcotráfico financia a los partidos afines al Foro, y hace apenas unos días saltaba el escándalo por la financiación con dinero del narcotráfico de la campaña de Gustavo Petro en Colombia, y ese dinero no conoce fronteras. En España es bien conocida la relación de Podemos con Venezuela, pero la figura del expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero ha sido fundamental para blanquear la imagen del régimen bolivariano y abrir las puertas de la Unión Europea al Foro de Sao Paulo, algo que tampoco resultaba demasiado difícil visto el entusiasmo del partido de Bruselas por el dinero y por la ideología woke. La influencia del Foro de Sao Paulo también ha llegado a la izquierda italiana y griega, pero el caso más llamativo es el de Eslovenia. Varios dirigentes del partido de extrema izquierda Levica están relacionados con el régimen de Venezuela y, como en el caso de Podemos, han llegado al gobierno. Ningún país está libre de este tipo de amenaza.

Antes de ser traducido al húngaro, el libro de Alejandro Peña fue traducido al esloveno, lo que indica que cada vez es mayor el interés por las actividades y la guerra cultural del Foro de Sao Paulo: “El libro explica que todo lo que sucede ahora y nos parece incomprensible, como la sexualización de los menores, la ideología de género o la destrucción de la familia, es un plan llevado a cabo por la izquierda desde hace casi cien años”. ¿Es posible derrotar semejante plan? Peña está convencido de que sí, pero para eso, “hay que pasar a la acción, concienciar a la mayor cantidad de gente posible y crear un movimiento de masas capaz de derrotar al marxismo cultural y a la ideología woke”.