Tanja Brkić: "La agenda woke, que se esconde tras una máscara "benévola", representa el mal. Un mal que debe ser destruido"

Tanja Brkić es periodista en el canal Nova24tv, con un máster en organización de RRHH y años de experiencia en diversas profesiones, la mayoría en medios de comunicación. Por sus intervenciones en distintos medios, es la voz más combativa contra la agenda woke en Eslovenia.

Álvaro Peñas: En España, el partido de extrema izquierda Podemos ha impulsado una polémica ley trans, así como leyes radicales feministas y de derechos de los animales. En Eslovenia, un partido muy similar, Levica, está en el gobierno: ¿es Levica la fuerza impulsora del wokismo en Eslovenia?

Tanja Brkić: Cuando observo la situación actual del espacio político esloveno, puedo afirmar que el marxismo cultural no es sólo un mito. Aunque para el profano no sea obvio que la izquierda está detrás de esto, hay hechos que apuntan claramente a su responsabilidad y de los activistas de izquierdas en el colapso del sistema. Es difícil culpar sólo a un partido, cuando prácticamente todos los partidos de izquierda navegan en la misma dirección, y además las ONG tienen mucho poder en Eslovenia. Esto lo les permite engañar con facilidad al ciudadano medio que sigue objetivamente los acontecimientos sociales y políticos, porque no son un “producto de partido”.

La independencia de las ONG es cuestionable cuando mayoritariamente están tomadas por activistas de izquierda.

Así es. Tomemos por ejemplo una de las organizaciones más destacadas, el Instituto 8 de Marzo. Está formada por un equipo de jóvenes que hasta ahora han promovido activamente las ideas de los partidos de izquierda y sus intereses, pero poca gente sabe que el fundador de esta organización no gubernamental es un miembro del partido Levica, Simon Maljevac, que también es el Ministro para un Futuro Solidario (ministerio de reciente creación). También es el editor de la publicación Legebitra, que es material LGBTQ visible destinado al adoctrinamiento de los jóvenes. El actual director del Instituto es un ex miembro de Levica, pero hoy es una ardiente activista, Nika Kovač, que participó activamente con la comunidad LGBTQ en la campaña para la adopción de un nuevo código de la familia que destruye la familia tradicional (las enmiendas al código de la familia, qué definen el matrimonio como una unión de por vida de dos personas y que permiten adoptar a las parejas del mismo sexo, entraron en vigor en enero de 2023). Nika Kovač no niega que también se financia desde el extranjero. El Instituto 8 de Marzo no es el único, pues es sabido que organizaciones no gubernamentales eslovenas de izquierda se financian a través de diversas fundaciones extranjeras, que son también las principales financiadoras de grupos de izquierda en los distintos países. Por ejemplo, la presidente de la Asamblea Nacional, Urška Klakočar Zupančič,  fue becada por la Open Society de George Soros. Volviendo a Kovač, y dejando a un lado el hecho de que nació con una cuchara de oro en la boca y que pertenece a la élite privilegiada, fue una de las becarias del programa de líderes de Barack Obama y se convirtió recientemente en la jefa del consejo estratégico para la persecución del discurso de odio, donde presentó recomendaciones al gobierno, que son prácticamente "instrucciones para la censura" y una solicitud de financiación sistémica. Exactamente lo que vengo advirtiendo desde hace mucho tiempo está ocurriendo bajo el gobierno actual.

Entonces, el gobierno esloveno, cuyo socio principal es el Movimiento Libertad de Robert Golob, un liberal, está totalmente entregado a las políticas de la izquierda.

Si, desde que el nuevo gobierno llegó al poder, ha quedado claro que el acuerdo de coalición es en realidad el programa del partido Levica. El gobierno de Golob está formado exactamente por partidos afines al wokismo, que están unidos en cuanto a la ideología de género y el cambio climático. En definitiva, parece que el primer ministro no es más que una marioneta que sólo aparece ante los medios de comunicación cuando hay que alabarle, mientras que no suele responder a las críticas. Casi nunca responde, y cuando lo hace, hace promesas que no cumple. Por lo demás, los activistas de izquierdas fueron la razón principal por la que el primer ministro llegó al poder, así que ahora les hace guiños en todo, lo que queda demostrado por el hecho de que representantes de organizaciones no gubernamentales redactan leyes para él, que luego son aprobadas. Lo vimos en el caso de la modificación de la ley sobre la televisión pública, cuando se descubrió que el proyecto de ley había sido redactado por una ONG, y ahora también se está haciendo en el caso de la persecución de la incitación al odio, donde la representante de una ONG vuelve a tener la voz cantante.

Lo que están haciendo la izquierda y sus miembros es perverso, diabólico. Usaré la definición del destacado Arzobispo Fulton J. Sheen, quien explicó que hay tres signos de "diabólico" y todos ellos se cumplen en la operación de la Izquierda. El primero es el amor a la desnudez, en el sentido de que la Izquierda bajo el nuevo gobierno quiere "sexualizar la sociedad", especialmente con estas ideas confusas sobre una ideología de género ficticia que sólo confunde a los niños. Lo segundo es la violencia, en el sentido de echar la culpa a los demás, como hicieron durante el gobierno de Janez Janša cuando le culpaban de todo, y lo tercero es la división: quieren dividir a los niños desde pequeños usando el género. Las escuelas se están convirtiendo en un laboratorio social de izquierdas, donde se adoctrina moralmente a los niños, y Nika Kovač es un ejemplo para los jóvenes de hoy.

Ha mencionado el cambio climático, ¿qué postura defiende el gobierno esloveno?

Todos los partidos de la coalición están de acuerdo sobre el cambio y la crisis climática. Levica preferiría que la gente abandonara los medios de transporte y montara en bicicleta, pero al mismo tiempo asistimos a una centralización autoritaria, mientras se ignora a la gente de las ciudades de los alrededores y de otras regiones. Hace algún tiempo, el primer ministro habló de limitar la cantidad de carne, como hacen en Alemania, diciendo que es en beneficio de la naturaleza, pero por otro lado, es amigo del alcalde de Liubliana, que está construyendo literalmente un canal de alcantarillado a través de la captación de agua potable. Hay que señalar que ni el primer ministro ni el ministro responsable de medio ambiente condenan esto. Al contrario, todos participan en ello y ponen excusas de que no pueden hacer nada.

¿Qué papel ha tomado la Iglesia eslovena ante esta ofensiva woke?

La Iglesia se opone a las ideas del wokismo, pero, en mi opinión, su voz está absolutamente infravalorada. Creo que debería haber sido la más ruidosa en el momento en que se modificó el código de la familia porque la familia no es más que la institución fundamental de la sociedad, que fue establecida por Dios.

¿Cree que los eslovenos son conscientes de lo que significa la ideología de género?

No, creo sinceramente que en Eslovenia no son conscientes de lo que significa exactamente y de las consecuencias de esta ideología dañina. En mi opinión, la mayoría de la gente ni siquiera se ocupa de esto o simplemente lo ignora y piensa que “no es asunto suyo”, como ocurre con todas las demás cuestiones sociopolíticas. Debemos ser conscientes de que Eslovenia tiene una gran población de personas mayores que tienen una identidad sólidamente construida, mientras que los más jóvenes están cada vez más sujetos a la ideología woke por el contagio social a través de las redes sociales. Lo más triste es que todo esto -tanto el wokismo como el marxismo cultural- se está desarrollando ante nuestros ojos, y las consecuencias serán devastadoras para las generaciones futuras, cuya identidad, como nación, también está en peligro.

Creo que han cambiado muchas cosas en el último año, desde la llegada al poder del nuevo Gobierno. En sentido negativo. Se imponen las ideologías LGBTQ, los ministros cuelgan banderas arco iris delante de los ministerios (que en el fondo no representan la igualdad y la inclusión, sino una agenda política), se persigue a los medios de comunicación disidentes, se acoge a los inmigrantes en gran número y se olvida a los ciudadanos. Argumentan que la “aceptación, inclusión e igualdad” es un avance, aunque progresivo, pero es un atraso total. Como he dicho, su objetivo es devaluar la sociedad, al hombre y su humanidad. Destruir fundamentos básicos como la religión, la familia y el patriotismo y, en última instancia, el Estado legal y democrático. ¿Qué le queda a una persona cuando pierde su identidad, su conciencia, su personalidad, la importancia de los valores fundamentales y la posibilidad de debatir? Se convierte en un número, en un don nadie, para quien sólo su existencia es suficiente porque representa el potencial de explotación de unos pocos privilegiados.

Hace unos meses, el periodista Joze Biscak fue señalado y condenado por publicar un artículo satírico sobre la inmigración ilegal. ¿Está extendida la cultura de la cancelación en Eslovenia?

La cultura de la cancelación también se ha extendido en Eslovenia, aunque todavía no de forma tan pronunciada, pero va en aumento. Lo cual no es sorprendente, ya que recientemente nos hemos estado preguntando si Twitter estará siquiera permitido en Europa, desde que Elon Musk decidió no seguir su directiva o censura. Y dado el hecho bien conocido de que los globalistas de izquierda influyen en la mayoría del Parlamento Europeo, que a su vez influye en las decisiones de todos los demás gobiernos de la Unión Europea, es sólo cuestión de tiempo antes de que esta influencia se hará sentir aún más fuerte en nuestro país. Permítanme recordarles que los izquierdistas de Eslovenia obtuvieron el pleno apoyo (aunque no oficial, pero evidente) de la Vicepresidenta europea Vera Jourova cuando la izquierda eslovena intentó hacerse con el control de la televisión pública. Es un tema muy amplio y discutible, pero sin duda la agenda woke, que se esconde tras una máscara “benévola”, representa el mal. Un mal que debe ser destruido.