“Ucrania no permite a Rusia llegar a Transnistria e impide una amenaza directa para Moldavia”: Una entrevista con Dionis Cenusa
Dionis Cenusa es un experto asociado del EESC (Centro de Estudios de Europa Oriental) e investigador y estudiante de doctorado en el Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad Justus Lybig de Giessen (Alemania). Autor de numerosos estudios sobre la integración europea, la interacción UE-Rusia, la buena gobernanza y la seguridad energética en Europa del Este. Es también experto asociado en el grupo de reflexión moldavo Expert-Grup, donde desde 2015 coordina un proyecto sobre Georgia, Moldavia y Ucrania.
Álvaro Peñas: El Parlamento de la región separatista moldava de Transnistria pidió ayuda a Moscú debido a las “crecientes presiones” de Chisinau. ¿Cómo es la situación entre Moldavia y Transnistria en estos momentos? ¿Es esta petición una excusa para un casus belli?
Dionis Cenusa: La región separatista de Moldavia intenta resistirse a las políticas económicas de las autoridades constitucionales de Chisinau, que pretenden reintegrar el país. Ni la administración separatista de Transnistria ni el gobierno moldavo están interesados en un altercado militar entre ellos. Los costes son elevados para ambas partes, pero aún más para las élites político-económicas de Transnistria, que podrían enfrentarse al factor ucraniano. Kiev puede defender fácilmente las sanciones económicas e individuales aplicadas a la región por la UE, que es el principal mercado de los bienes producidos en Transnistria. La mayoría de las élites separatistas tienen pasaporte ucraniano. Del mismo modo, Ucrania ha insinuado en 2022-2023 que podría intervenir militarmente si la región separatista plantea amenazas. Los costes para Moldavia se manifestarán principalmente en ámbitos socioeconómicos, con una alta probabilidad de crisis humanitaria y energética, ya que Moldavia compra electricidad barata a Transnistria.
La respuesta de Moldavia ha sido retirarse del acuerdo que limita la presencia de tropas y armas extranjeras en su territorio. Moldavia es candidata a la adhesión a la UE, pero ¿con qué aliados podría contar en caso de conflicto?
Moldavia no tiene ningún acuerdo bilateral que incluya una cláusula de defensa mutua, debido principalmente a su neutralidad constitucional. Sin embargo, es Rusia quien ha violado esta disposición al mantener sus fuerzas de ocupación, de entre 500 y 1.500 soldados, en la región desde mediados de los años noventa. La única forma plausible de ayuda por parte de un Estado miembro de la UE es participando en la cooperación militar, incluyendo la ayuda a la modernización del ejército moldavo, tanto en términos de equipamiento como de formación de soldados. La inversión en el potencial disuasorio moldavo y la anticipación al conflicto militar representan el escenario más favorable para Moldavia, especialmente teniendo en cuenta el creciente número de operaciones ofensivas de Rusia en su actual agresión contra Ucrania.
¿Acuerdos como el firmado con Francia el pasado 7 de marzo?
Si, un acuerdo de cooperación militar. Lo que ha salido publicado en algunos medios respecto a que Francia quiere tener una misión militar, o de otro tipo, en Moldavia, no es más que pura desinformación.
¿Cree que el hecho de que Rusia no avanzara sobre Odesa ha evitado un conflicto entre Moldavia y Transnistria?
Si Rusia hubiera podido alcanzar Odesa, Moldavia se habría enfrentado en primer lugar a una crisis humanitaria, con la población huyendo de Chisinau, ya que está situada muy cerca de Transnistria. No está claro si Rusia habría necesitado invadir Moldavia o iniciar un conflicto porque, ante las amenazas militares, las autoridades moldavas podrían haberse visto obligadas a hacer concesiones para evitar un costoso conflicto militar con Rusia que desembocara en una posible derrota y capitulación. Por tanto, la capacidad de Ucrania para defenderse no permite a Rusia acercarse a Odesa y llegar a Transnistria, lo que supondría una amenaza militar directa para Moldavia.
Es decir, que la defensa de Ucrania es la garantía de la seguridad de Moldavia.
Es una de las garantías claves.
Entonces, sin el apoyo de tropas rusas, ¿Transnistria no supone una amenaza para Moldavia?
Como ya se ha explicado, las élites político-económicas de Transnistria no necesitan un conflicto en el que intervenga el factor ucraniano. La región separatista pretende preservar el statu quo o mejorarlo aprovechando la presión de Occidente sobre Moldavia para que revise las políticas comerciales aplicadas recientemente, incluidas las que dieron lugar a la circulación de escenarios sobre la anexión rusa de Transnistria. Ni Rusia ni las élites de Transnistria desean por el momento este escenario porque significaría la pérdida de influencia estratégica de Rusia en Moldavia y en la región en general.
Hace poco más de un año, el presidente moldavo, Maia Sandu, acusó a Rusia de preparar un golpe de Estado. ¿Cuál es la situación interna? ¿Qué apoyo tiene la oposición prorrusa?
Las autoridades moldavas lanzan periódicamente mensajes alarmistas sobre la intención de Rusia de organizar golpes de Estado contra el actual gobierno. Hasta ahora, estas declaraciones no estaban respaldadas por pruebas concluyentes. Los servicios de inteligencia afirmaban haber desmantelado un grupo vinculado a Rusia que preparaba acciones subversivas o haber aplicado prohibiciones de entrada a diversas categorías de nacionales sospechosos de formar parte de escenarios vinculados a golpes de Estado. Por otra parte, hay indicios de intentos de las fuerzas políticas de coordinar su actividad política desde el exterior, invirtiendo en el ánimo de protesta de la sociedad. Esto está relacionado con empresarios fugitivos, condenados en rebeldía (Ilan Shor, afincado en Israel) o investigados por fraude bancario (Vlad Plahotniuc, supuestamente afincado en Turquía, y Vlad Platon, que busca asilo político en el Reino Unido), que promueven una agenda antigubernamental en Moldavia. De los tres, sólo Ilan Shor se hace pasar por un político prorruso. Sus frecuentes reuniones con funcionarios rusos le hacen sospechoso de trabajar mano a mano con Rusia en la implementación de amenazas híbridas relacionadas con la desinformación.
Los mayores riesgos están relacionados con la militarización de la pobreza en Moldavia, que afecta a más de un tercio de la población. Este segmento es vulnerable al soborno, que Shor y su grupo utilizan masivamente a través de la financiación ilegal. El segmento pobre de la sociedad puede verse arrastrado más fácilmente a protestas y a otras manifestaciones populistas contra el gobierno. En cualquier caso, hay diferentes categorías de personas en Moldavia que tienen razones justificadas para protestar (principalmente, los campesinos), pero muchas de estas categorías son percibidas por el partido gobernante y los servicios de inteligencia como producto de la guerra híbrida rusa, a pesar de la falta de pruebas irrevocables que puedan respaldar tales suposiciones.
¿Qué mensaje envía Putin con su reunión con la líder de la autonomía moldava de Gagauz -territorio más próximo a la frontera rumana que a la región de Transnistria-, Evgenia Gutsul?
Rusia está explotando las divisiones en Moldavia y la falta de diálogo entre Chisinau y la autonomía gagauz contribuye a ello. Al mismo tiempo, el gobierno está atrapado porque si empieza a dialogar con Gagauzia legitimará el mandato de Evgenia Gutul, representante de Ilan Shor. Si Chisinau mantiene las distancias y presiona a Gagauzia, como es el caso actual, mediante el uso de medios presupuestarios (pago del IVA, etc.), aumentará la polarización y la desconfianza de la población gagauz hacia las autoridades centrales. En ambos casos, Rusia intenta aprovechar las opciones que tiene ante sí el gobierno moldavo.
Lee también
Hugo Zunzarren: “En la guerra híbrida el campo de batalla es la mente de las personas”
Atacando empresas críticas para un país se consigue menoscabar la confianza en la política y la economía, y se genera más inseguridad.
Álvaro Peñas
Carolina Barrero: “En Cuba no hay alimentos ni medicinas, pero el régimen construye hoteles antes que hospitales”
Entrevista con Carolina Barrero, activista por la defensa de los derechos humanos en Cuba, autoexiliada en España desde febrero de 2022.
Álvaro Peñas
Corrupción en Portugal: La historia interminable
La actualidad política de Portugal no se libra del fantasma de la corrupción. Por supuesto, ha habido otras noticias importantes, como la adopción de la eutanasia, mencionada al final de este artículo, pero la sucesión de noticias relacionadas con la corrupción ocupa la primer página de todos los periódicos.
Álvaro Peñas
Javier Benegas: “La derecha tiene que defender sus propias ideas, no ser la antítesis de la izquierda”
Javier Benegas es publicista, escritor y editor. Cofundador del diario Vozpópuli, actualmente dirige el medio digital Disidentia.
Comentarios (0)