José Antonio López Medina: “La historia del motín de Aranjuez fue un golpe de estado. Por eso es tan actual”
Entrevista con José Antonio López Medina, escritor y divulgador histórico. Su ultimo libro, “La caída de Ícaro”, es una novela en la que relata con detalle lo ocurrido durante el motín de Aranjuez en marzo de 1808. El motín, glorificado posteriormente como un levantamiento popular contra la tiranía, fue en realidad un golpe de estado dirigido desde el poder. Una historia que cobra una dimensión aun mayor vista la complicada situación actual de España.
¿Qué le lleva a escribir un libro sobre el motín de Aranjuez?
Soy de Aranjuez, y he crecido escuchando un mito, una mentira: que el pueblo de Aranjuez se levantó para reclamar su libertad y contra Godoy, que nos había vendido a los franceses. Esto no tiene nada que ver con la realidad. Lo que sucede en Aranjuez del 13 al 19 de marzo, es un golpe de estado. Los fernandinos (partidarios del príncipe heredero Fernando VII) movilizaron al pueblo mediante el vino, el dinero y mucho miedo, porque hay que tener en cuenta que la gente de Aranjuez en el siglo XIX trabajaba exclusivamente para la corte. Cuando Godoy ve que las tropas francesas se acercan a Madrid, planea llevarse a los reyes a Andalucía y, si las cosas se ponen feas, llevárselos a América. Los fernandinos utilizaron estos planes para decirle a los lugareños que si se van los reyes se van a quedar sin trabajo y se van a morir de hambre. Lógicamente esto enciende los ánimos de la población.
El golpe esta a punto de fracasar el día 16 porque Carlos IV anuncia que no se va a ir de Aranjuez, pero los fernandinos utilizan una visita de Carlos IV a Godoy, y que el válido del rey enviase a su amante y a sus hijos a Andalucía, para decirle al pueblo que los han engañado. Es una manipulación absoluta, como lo que esta pasando hoy en día, se engaña y se usa el miedo para manipular a la gente. Por eso, la historia del motín de Aranjuez es muy actual. Un grupo de personas son capaces de utilizar al pueblo hasta la saciedad utilizando el miedo y la manipulación, y consiguen dar un golpe de estado desde el poder. Y hecho esto, crearon una falsa leyenda que se ha mantenido viva durante 215 años. Godoy tenía sus sombras y también tuvo logros importantes, pero se convierte en el malo de la película.
Entonces, no fue un motín popular.
No fue un motín popular, fue un motín dirigido. Aunque en un momento dado, los fernandinos están a punto de perder el control de la situación cuando la multitud, que está borracha y encendida, intenta asaltar un cuartel para conseguir armas. Carlos IV cree que le va a suceder lo mismo que a Luis XIV y que el pueblo va a asaltar su palacio, y presa del pánico le entrega la corona a su hijo.
Menciona a la multitud borracha y dirigida, algo que se parece mucho a lo sucedido durante la Revolución Francesa.
Sí, es muy parecido y podría haber terminado de un modo similar, con un baño de sangre. Pero en Aranjuez fue diferente porque Fernando se hizo muy rápido con la corona y porque al ejército prácticamente se le compra. El consejo de Castilla compra a los mandos militares para que no defiendan a Carlos IV y a esto hay que añadir que muchos envidiaban a Godoy que ostentaba el cargo de “Generalísimo” y que fue el primero de la historia de España en recibir ese rango. Que un mero soldado se hubiese convertido en generalísimo no le granjeaba muchas simpatías entre los oficiales.
También se le acusaba de ser el amante de la reina.
Siempre puede aparecer una carta o un documento que dé veracidad a esa afirmación, pero de momento no existe y lo más adecuado es contrastar esa hipótesis con otros casos similares. María Antonieta, la reina de Francia, tuvo un amante, el sueco Axel von Fersen. Hay una abundante correspondencia entre ellos que describen con detalle su relación amorosa, pero no hay nada parecido entre la reina y Godoy. Lo único que hay son fragmentos de cartas difundidos por los fernandinos que pueden dar a entender muchas cosas. La que invento toda la historia fue María Antonia de Nápoles, sobrina de María Antonieta, que se casa con Fernando VII y crea un grupo de partidarios en torno suyo, los napolitanos, que se dedican a difamar a Godoy y a la reina. De hecho, cuando María Antonia muere de tuberculosis en 1806, Fernando dice que ha sido envenenada por Godoy y por su madre, y los napolitanos se convierten en los fernandinos.
¿Fue difícil encontrar la información sobre lo ocurrido en Aranjuez en esos días convulsos?
Lo cierto es que hay mucha documentación e incluso descripciones de los sucesos y conversaciones registradas. Escribir la novela ha sido como hacer un puzle con distintos elementos y he tardado diez años en resolverlo. Está dando mucho de que hablar porque es un relato incomodo, rompe con la historia que siempre se había contado y demuestra que esa historia era falsa. No he sido el primero en decirlo, escritores como Ramon de Mesonero o Benito Pérez Galdós fueron los primeros en señalar lo que había ocurrido de verdad y muchos otros lo mencionaron brevemente, pero este libro es el primero que narra íntegramente el motín y por eso ha causado una enorme conmoción. Muchos han descubierto ahora que el heroico levantamiento popular no existió y que con Godoy se cometió una enorme injusticia.
Godoy se exilia, pero se le ofrece posteriormente la posibilidad de volver a España
Sí, fue rehabilitado en vida. El 30 de abril de 1844, el consejo de Hacienda ordena que se le devuelvan todos sus títulos y dineros. Y el 31 de mayo de 1847, hay un Real decreto de Isabel II que le permite volver a España, ya que no tiene cargos judiciales en su contra, e insiste en que se le devuelva su fortuna. Godoy no vuelve porque estaba muy enfermo y muere unos años después, pero todo esto desmonta la leyenda del motín popular. Fue un golpe de estado desde arriba que tuvo consecuencias a nivel nacional e internacional, porque no sólo hizo caer al personaje más importante de España, a Godoy, también hizo caer a Carlos IV y puso en el trono a Fernando VII, un personaje nefasto, lo que complicó las cosas a Napoleón. De hecho, Napoleón se entrevista con Godoy después del motín y, a pesar de que los franceses estuvieron implicados en el golpe que le hizo caer, le ofrece de nuevo el poder porque Carlos IV es un inútil y no soporta a Fernando VII, pero Godoy se niega. A pesar de todo lo que se ha dicho de él, nunca fue amigo de los franceses.
Decía que esta es una historia actual. Desgraciadamente, y a pesar de toda la información disponible, no hemos cambiado tanto desde esa época.
La manipulación es enorme, pero ahora hay un problema aún mayor. Durante el motín, el conde de Montijo se hace pasar por distintos personajes, el más conocido es el “Tío Pedro”, y va de taberna en taberna para encender a la gente. Hoy en día se hace lo mismo a un nivel inmensamente más amplio a través de perfiles falsos en las redes sociales, o a través de los medios de comunicación, y la manipulación funciona del mismo modo. Se pone el foco en una cosa para poder conseguir otra. En el motín se puso el foco en los disturbios para derrocar a un rey y a su válido. Lo cierto es que en 215 años no hemos cambiado nada. Ahora vemos como mucha gente compra el relato de la amnistía a los golpistas como algo positivo, del mismo modo que entonces se compró el relato del motín como un hecho heroico, el pueblo en pie en defensa del honor y contra los franceses, pero esa no fue la verdad. Por eso es una historia tan actual.
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