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Nicolás Márquez: “Allende era un usurpador del poder que tuvo que ser depuesto por las armas porque estaba rodeado de terroristas y agentes extranjeros”

2023-06-20
Tiempo de lectura: 8 min
Entrevista con Nicolás Márquez, ensayista y analista político. Graduado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata, la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad FASTA, y también del Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa (Universidad Nacional de Defensa deWashington DC). Tiene 12 libros publicados, entre los que destacan “El libro negro de la nueva izquierda” (escrito con Agustín Laje) o “La máquina de matar – Biografía definitiva del Che Guevara”. Hablamos de su último libro, “La dictadura comunista de Salvador Allende”.

 

Alvaro Peñas: ¿Por qué un libro sobre Salvador Allende?

Nicolás Márquez: Tengo varias biografías escritas de diferentes personajes sobre los que la izquierda ha edificado mitos y mentido, y los han convertido en santos laicos omitiendo cosas, ocultando, disfrazando y tergiversando. Un caso emblemático es mi biografía sobre el Che Guevara, pero siempre me intereso mucho el caso chileno y me llamo muchísimo la atención como alguien que fue tan lamentable, que fue una desgracia para Chile, es reivindicado, venerado y disculpado. Las nuevas generaciones no saben quién fue y por eso acaban  votando por el Partido Comunista como ocurrió en las últimas elecciones presidenciales. La adulteración del pasado trae consecuencias en el presente y cuando advertí que en Chile se había producido una polarización, una grieta muy fuerte donde la derecha se había derechizado más con el Partido Republicano y donde él centroizquierda estaba acabado con la aparición de Boric y su Frente Amplio, me di cuenta de que era necesario combatir la propaganda hegemónica. Este año se cumple el 50 aniversario del suicidio del dictador Allende y me pareció importante hacer un libro y divulgarlo lo máximo posible para las nuevas generaciones, para poder contrastar un poco en esta batalla cultural que también incluye la batalla por el pasado.

Las imágenes de Salvador Allende, subfusil en mano, en la Casa de la Moneda han sido utilizadas para convertirlo en una suerte de héroe, en un mito como el del Che.

La izquierda no perdió ni un minuto para mentir sobre la muerte de Allende. Por ejemplo, está comprobado por todos los peritajes de forma indiscutible y unánime que Allende se suicidó, pero desde el primer momento Fidel Castro, García Márquez y toda la izquierda internacional mintieron diciendo que había sido asesinado por las tropas del general Pinochet. Los militares, que se sublevaron con toda legitimidad porque Allende se había convertido en un dictador fuera de la ley y de la Constitución y había que destituirlo, le ofrecieron cuatro veces la posibilidad de irse del país con su familia a donde quisiera. Y así fue, toda su familia fue evacuada al país de su país elección, pero Allende decidió quedarse en la Casa de la Moneda y suicidarse. De alguna manera quiso escapar de sí mismo, del desastre que hizo en Chile, de su responsabilidad política, después de haberse tomado cuatro vasos de whisky para encontrar coraje. Su muerte no tuvo nada de heroica.

Dice que Allende se había convertido en un dictador, sin embargo, se le presenta habitualmente como un demócrata. ¿Cómo se convirtió Allende en dictador?

Allende en el año 1961 ya era un agente a sueldo del KGB y en esos años estuvo varias veces en Cuba con Fidel Castro y el Che. También fue el líder de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), un cónclave internacional con 482 delegados comunistas en La Habana que buscaba promover la guerrilla y el terrorismo en todo el continente. De hecho, su gobierno de 1970 a 1973, la Unidad Popular, tenía al Partido Comunista, que no tenía nada de democrático y dependía de la Unión Soviética, y estaba financiado por el Kremlin. Allende pertenecía al Partido Socialista, que en aquella época estaba a la izquierda de los comunistas porque era firme partidario de  la revolución y la guerrilla, que contaba con una estructura paramilitar, el MIR, formada por 10.000 terroristas liderados por su sobrino Pascal Allende. El MIR se dedicaba al crimen organizado, la guerrilla urbana y rural, y el enfrentamiento armado con carabineros y militares. Es cierto que Allende llegó al poder legítimamente, como Perón, Hitler o Chávez, pero llegar al poder de forma legítima no garantiza que el ejercicio de ese poder sea legítimo, y de hecho no lo fue: avasalló las instituciones del Estado; capacitó, entrenó y financió a la guerrilla; organizó una guardia presidencial formada por agentes cubanos y por guerrilleros del MIR, de hecho había miles de agentes soviéticos, cubanos y de otras organizaciones guerrilleras por todo el país; atentó contra el derecho de propiedad a través de confiscaciones a punta de pistola y paralizó el poder judicial. Era un sistema de aplastamiento de las libertades y de la división de poderes, lo que pasa es que, a diferencia de otros personajes con pretensiones totalitarias, Allende fracasó porque sólo contaba con el apoyo de un tercio de la población, no era el “presidente del pueblo” y por eso no logró hacer la revolución. Fue un dictador autoritario, que no pudo convertirse en dictador totalitario como Fidel Castro. Además, el congreso, la Contaduría y la Corte Suprema de Chile, a mediados de 1973, determinaron la ilegitimidad, ilegalidad e inconstitucionalidad de Allende. Era un usurpador del poder que tuvo que ser depuesto por las armas porque estaba rodeado de terroristas y agentes extranjeros.

Entonces, ¿el “golpe de estado” es una reacción a esa usurpación?

Algunos lo llaman así, pero muchos emplean “pronunciamiento militar” y lo considero más apropiado. Son las instituciones del Estado las que ordenan intervenir a las fuerzas armadas para garantizar el orden que estaba siendo violentado y subvertido por Allende. Además, se le ofrecieron garantías, pero él eligió suicidarse. Los militares querían destituirlo y expulsarlo de Chile, tal como hicieron con su familia.

¿Dónde se exilió la familia de Allende?

La mayoría se fue a Cuba. De hecho, el gobierno de Boric ha traído de Cuba a una nieta de Allende y le ha dado un cargo ministerial para dirigir a las fuerzas armadas. ¡Una bióloga dirigiendo a las fuerzas armadas! Esto significa que no hay ningún interés en las fuerzas armadas salvo humillarlas poniendo a la nieta de Allende al mando.

Allende, como el Che, no ocultaba su ideología, es el mito posterior el que lo convierte en un demócrata.

En 1953, cuando muere Stalin, Allende le hace un discurso de apología junto con Pablo Neruda, y ahí se ponen de manifiesto cuales eran sus ideas e ídolos. Después, en 1971, el genocida Fidel Castro va a dirigir la revolución a Chile durante un mes, reuniéndose con las guerrillas y atacando a la oposición. El vínculo no puede ser más claro. También hubo financiación soviética en la campaña presidencial y en el gobierno de la Unidad Popular, que fue económicamente un desastre como sucede siempre con los países comunistas: desabastecimiento, escasez, hambrunas, expropiaciones masivas… Era un régimen muy parecido a lo que hoy hay en Venezuela, con una caricatura democrática porque había partidos políticos que no funcionaban o estaban semi-prohibidos, y las instituciones sólo existían formalmente. Fue un camino hacia Cuba que no llegó a suceder por falta de poder político efectivo. Lenin decía que hacer una revolución siendo minoría no es un error, es un crimen político, y Allende no le hizo caso.

Ha realizado varias giras por Chile para presentar su libro. ¿Qué saben en Chile de Allende?

Allende tiene a su favor una tremenda campaña mediática y además el gobierno está preparando conmemoraciones para el próximo 11 de septiembre. No sé qué quieren homenajear: su suicidio, su dictadura, su fracaso económico, o el haber sometido a Chile al yugo soviético, pero lo cierto es que lo idolatran. A pesar de eso, hace poco se publicó una encuesta sobre el mejor gobierno de la historia reciente de Chile, Allende sacó un 20% y el satanizado Pinochet un 26%, lo que me hace pensar que la propaganda empieza a desmoronarse. Mi libro está siendo un bestseller, lo presentó José Antonio Kast en la feria del libro y ya he hecho cuatro giras por Chile por el gran interés que suscita. Es evidente que una gran parte de la población quería escuchar otra cosa.

¿Cree que hay una reacción ante todos estos mitos de la izquierda y que cada vez son más los que buscan la verdad?

Sí, y las redes sociales han influido mucho en eso porque son un enfoque alternativo al de los medios tradicionales. En el caso del Che Guevara hay que tener en cuenta el fracaso de la revolución cubana, y además es que la misma izquierda ha cambiado el banderín del Che Guevara por el trapo multicolor y el Che ha perdido protagonismo. Pero después del Che Guevara la mayor mentira de la izquierda hispanoamericana ha sido la de Allende para convertirlo en mito. ¿Y qué es un mito? Según la Real Academia Española, un mito es un objeto o cosa al que se le atribuyen cualidades que no tiene, y a Allende se le atribuyen cualidades que no tuvo: no fue un estadista, no fue un buen gobernante, no fue un demócrata, no fue un valiente, etc. A pesar de ello, la distorsión historia y la propaganda han hecho un buen trabajo, por eso he escrito este libro, para que los chilenos puedan encontrar un visión alternativa basada en hechos históricos.

Y a unos meses del 50 aniversario de su muerte, ¿no se está redoblando esa propaganda?

Sí, hay mucho dinero en propaganda, pero es que gobierno de Boric lo está haciendo tan mal que no está logrando canonizar a Allende. Recordemos que perdió el referéndum sobre la nueva constitución y las últimas elecciones las ha ganado la derecha de Kast y el Partido Republicano. Boric está pasando por un mal momento y la propaganda sobre Allende no está teniendo éxito en la opinión pública.

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