Padre Góngora: “Si nos ausentamos de los ámbitos públicos, estamos concediendo de forma negligente un terreno al enemigo para que esparza sus mentiras”

La Sacristía de la Vendée es un medio para un objetivo claro: proponer la cosmovisión de la tradición católica en tiempos de relativismo moral y circunstancialismo ético.

Juan Manuel Góngora Matarín es vicario parroquial de San Isidro Labrador de El Ejido, La Inmaculada Concepción de Balerma y sus iglesias de Matagorda y Guardias Viejas. También es capellán del Hospital del Poniente. El Padre Góngora es muy conocido por su labor en las redes sociales: tiene más de 70.000 seguidores en Twitter y un programa en YouTube, “La Sacristía de la Vendée – Una tertulia sacerdotal contrarrevolucionaria”, en el que debate de actualidad con otros sacerdotes y que tiene más de 65.000 suscriptores.

Álvaro Peñas: ¿Como surge ‘La Sacristía de la Vendée’?

Padre Góngora: Es un proyecto que Dios mediante comenzamos en octubre de 2020 gracias a la iniciativa del Padre Francisco José Delgado (Toledo), con la intención de hacer una tertulia sacerdotal donde tratar temas de actualidad a la luz de la doctrina y tradición católica.

El nombre de la Vendee es toda una declaración de principios. ¿Cree que nos acercamos a un escenario como el de la Vendee, en el que el poder político pretende suplantar a la religión?

Lo sucedido en la región de la Vendée (1793-1796) es un referente claro como primer movimiento contrarrevolucionario ante la orquestada liquidación del orden cristiano en Occidente. Está claro que los enemigos de la Iglesia buscan continuamente suplantar todo lo que supone la vida de fe católica en el seno de la sociedad, y, para ello, ya no aplican una persecución cruenta, como pudo darse en otros momentos de la historia o en la actualidad en África o en Oriente contra los cristianos, sino tratando de expulsarnos de la vida pública y aplicando una agenda política y mediática liberticida que nos someta a la marginación y la indiferencia. Ellos mismos reconocen con sus actos y palabras que la moral católica es totalmente incompatible con las corrientes ideológicas que sostienen neciamente, y la ingeniería social se desarrolla justo en ese sentido. De ahí que quieran imponernos presuntos delitos de odio por el hecho de respirar y silenciarnos con diferentes métodos coercitivos. Por eso es necesario que frente a la revolución ideológica del Nuevo Orden Mundial, pongamos pie en pared contra ese leviatán globalizante y es fundamental hacer que crezca la contrarrevolución católica.

¿Cuál debe ser la postura del católico ante el mundo?

Seguir el ejemplo de Cristo: dar testimonio de la Verdad. No hay mayor arma para combatir lo que he descrito anteriormente. Para ello no hacen falta grandes objetivos o planificaciones desde el cortoplacismo, sino ofrecer claridad en el día a día con las personas que nos rodean ya sea en el trabajo, la familia, los amigos y vecinos.

Sin embargo, para muchos, también dentro de la Iglesia, el papel de los católicos debe ser rezar y no manifestarse ante nada de lo que está ocurriendo.

Es cierto que existe la tentación de recluirnos en la comodidad del buenismo y del quedar bien con todo el mundo. Una postura acomodaticia fomentada por funcionarios eclesiásticos más pendientes de frías estadísticas y números que de la realidad, y que lejos de evangelizar sólo conlleva que poco a poco la presencia de la Iglesia en medio de la sociedad sea irrelevante e intrascendente. Está comprobado que reducirnos a asistentes sociales, animadores socioculturales o una pseudo ONG con sedes bonitas es un craso error y la brutal secularización que padecemos por toda Europa es una muestra de ello. No podemos permanecer en silencio o solamente hablar de aquellos temas que van a tener la “bendición” de la élite política y mediática, ya sea por complicidad tácita o por miedo al qué dirán o qué nos harán.

¿Esta satisfecho con el alcance de “La Sacristía”? ¿Es importante emplear las redes sociales?

En ningún momento imaginamos el alcance e influencia que iba a conseguir esta “sacristía”, pero, como en todo lo que se pone en manos divinas, siempre se aplica el ciento por uno evangélico. Es un medio para un objetivo claro: proponer la cosmovisión de la tradición católica en tiempos de relativismo moral y circunstancialismo ético, lo que hemos recibido y no podemos esconder.

Las redes sociales son una herramienta clave para iluminar la actualidad a la luz del Evangelio, por eso creo que es fundamental tener una presencia activa. Si nos ausentamos de los ámbitos públicos, donde actualmente se generan las corrientes de opinión crecientes, estamos concediendo de forma negligente un terreno al enemigo para que esparza sus mentiras sin obstáculo alguno.

¿Ha tenido algún problema dentro de la Iglesia por las opiniones expresadas en el programa?

La Sacristía de la Vendée es un instrumento que podemos incluir dentro de lo designado como “apostolado de la opinión”, partiendo siempre desde la adhesión y fidelidad al depósito de la fe. Pedimos unidad en la Verdad y diversidad en lo opinable. Somos conscientes de que nuestra labor comunicadora es molesta para quienes ejercen activamente ese buenismo y ese quedar bien que mencionaba antes.

Sin embargo el apoyo de tantísimas personas con su oración y sostenimiento espiritual y material nos ayuda a continuar, a pesar de nuestros errores y debilidades como pecadores que somos, pero con la certeza de saber que estamos haciendo un bien en tiempos de confusión y ambigüedad.