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“Presentar información veraz sobre Ucrania es crucial para disipar dudas y mantener el foco en lo que está pasando”: Una entrevista con Andrey Buzarov

2024-04-16
Tiempo de lectura: 6 min

El problema con la ayuda estadounidense, como también sucede con otros países occidentales, no es culpa de Ucrania, sino que es consecuencia de la politización que se ha hecho de este apoyo. El problema de fondo es que un asunto que debería ser considerado desde el punto de vista de la política exterior, se ha convertido en un asunto de la política interior.

Andrey Buzarov es experto en relaciones internacionales, asesor político y consultor. Tiene un doctorado y un máster (Política Exterior, Ucrania). Es investigador postdoctoral en el Instituto Kuras de Estudios Políticos y Étnicos de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania, e investigador en el Departamento de Administración Pública y Ciencias Políticas de la Universidad de Klaipeda (Lituania).

Álvaro Peñas: Trabaja tanto en Ucrania como en el extranjero, ¿cuál es el objetivo de su trabajo?

Andrey Buzarov: Desde el inicio de la invasión a gran escala me dediqué a labores humanitarias para conseguir ayuda para Ucrania en el extranjero, porque antes de la guerra había establecido un gran número de contactos políticos, empresariales y periodísticos. Así que puse en orden esos contactos para ayudar a nuestro ejército y a la población. Básicamente todas las cuestiones relacionadas con la logística, el almacenaje y el transporte de toda la ayuda humanitaria hasta Kyiv, Kherson y otros lugares con la ayuda de distintas organizaciones.

Por otro lado, como investigador profesional he intentado hace un trabajo informativo para explicar a nuestros socios europeos qué está pasando en Ucrania y, al mismo tiempo, explicar en mi país lo que está pasando fuera. Ambas actividades están conectadas porque para que la ayuda llegue es necesario comprender la situación real. 

Ha estado recientemente en la conferencia de seguridad de Múnich, donde se ha mostrado el apoyo a Ucrania. ¿Es realmente así? ¿No tiene la impresión de que a veces se habla más que se actúa?

Sí, también estuve el año anterior, por lo que puedo comparar ambos. Mi conclusión es que el año pasado hubo muchas más declaraciones de apoyo a Ucrania, pero, como señala el diplomático alemán Wolfgang Ischinger, que ha sido presidente de la conferencia hasta 2022, en su mayoría partían del convencimiento de que nuestra contraofensiva destruiría al ejército ruso y que la guerra no iba a ser larga. Este año no ha habido tantas declaraciones, pero ahora la ayuda real, la ayuda práctica, es mucho más concreta. Me refiero a que no se trata sólo de palabras, como ocurrió hace un año, sino a acuerdos de cooperación militar, como los que se han firmado con Reino Unido, Alemania, Francia o Italia. Por su parte, Estados Unidos se ha comprometido a firmar acuerdos en la víspera de la cumbre de la OTAN en julio, y también hay acuerdos con la Unión Europea. Hay más unidad en el apoyo a Ucrania, aunque quizás no tanta como nos gustaría, por ejemplo, con la adhesión a la OTAN o una mayor integración militar con los aliados en seguridad y defensa.

Pero visto lo ocurrido en las últimas semanas con la ayuda estadounidense, ¿no cree que esos compromisos pueden convertirse en papel mojado?  

El problema con la ayuda estadounidense, como también sucede con otros países occidentales, no es culpa de Ucrania, sino que es consecuencia de la politización que se ha hecho de este apoyo. El problema de fondo es que un asunto que debería ser considerado desde el punto de vista de la política exterior, se ha convertido en un asunto de la política interior. Durante la conferencia de Munich le pregunté al senador Chris Murphy por esta cuestión, y su respuesta fue que las divisiones políticas entre demócratas y republicanos son cada vez mayores y hacen que una cuestión como Ucrania no se vea como un asunto de interés nacional, sino como una acción política de Joe Biden, lo que hace que muchos republicanos se opongan frontalmente. Desafortunadamente, eso nos hacer ser rehenes de las circunstancias, sin embargo, también hemos visto que otros países están dando un paso al frente. 

¿Cree que Europa comprende por fin lo que está ocurriendo en Ucrania?

Creo que Europa no se da cuenta por completo de lo que está pasando, de lo grave que es la situación ni de lo que los ucranianos estamos sufriendo por culpa de esta invasión. Esto se debe en gran medida a que por toda Europa se difunden narrativas prorrusas que desinforman y buscan sembrar la confusión. Quizás algunas no son tan directas como lo eran antes de la invasión a gran escala o como lo fueron durante la agresión de 2014, pero existen en todos los países de la Unión Europea a través del dinero, los activos y la influencia rusa. Hemos visto como esas narrativas se cuelan en los debates políticos de diferentes países y desde distintos espectros ideológicos, y, aunque no hayan logrado cambiar la postura común europea frente a Rusia, representan un serio desafío. Por eso creo que una de las futuras prioridades para la política exterior ucraniana y la cooperación con Europa es contrarrestar las campañas de desinformación rusas en la Unión Europea. 

¿Cómo se combate esa desinformación?

En Ucrania hemos combatido la desinformación rusa desde 2014. Hemos visto de primera mano lo que hacen y sus crímenes, y somos muy conscientes de cómo usan la propaganda para ocultar estos hechos. Pero en Europa, en 2014, no se dieron cuenta de la gravedad de la agresión rusa y se hicieron eco de muchas noticias nacidas en la propaganda. Respecto a la situación actual es necesario un estrecho trabajo de colaboración entre periodistas, politólogos, especialistas y lideres de opinión de la Unión Europea y Ucrania para encontrar el modo de identificar las narrativas rusas que se han filtrado dentro de la UE. Ahora, los rusos no utilizan los métodos clásicos de la propaganda, ya no es una propaganda directa y son mucho más sutiles para influenciar la conciencia de los europeos, empleando fuentes abiertas de inteligencia y redes sociales para manipular la opinión pública. Desafortunadamente, creo que muchos políticos y personas influyentes de la UE han sido influenciados por la propaganda rusa, y nosotros solos no podemos combatir toda esa cantidad de mentiras. Necesitamos apoyo de periodistas e instituciones europeas y buscar un método para identificar las distintas narrativas de la propaganda rusa.       

Los países bálticos y Polonia han sido los más activos a la hora de ayudar a Ucrania. ¿Estaríamos en una situación diferente si el resto de Europa hubiera actuado de la misma manera?

Sí, los países bálticos y Polonia han mostrado un apoyo incondicional, pero también hay que mencionar al Reino Unido, los países escandinavos, Rumanía, la Republica Checa y también a España, que está entrenando a nuestros soldados y esta es una contribución muy importante porque no todos los que nos apoyan hacen esto por nuestro ejército. Si todos los países europeos hubieran actuado así es evidente que la situación sería distinta y mucho más favorable para todos, pero es comprensible que no haya sido así porque hay diferentes políticas e intereses en juego en cada país de la Unión Europea. Por eso presentar una información veraz que muestre la realidad que está viviendo Ucrania es crucial y por eso es tan importante el trabajo periodístico, para disipar dudas y mantener el foco en lo que está sucediendo. Por ejemplo, cuando estalló la crisis en Oriente Medio con el ataque de Hamas a Israel, los medios se olvidaron de Ucrania y esto favoreció claramente a Rusia. No podemos permitir que esto vuelva a suceder.  

 

* This interview was originally published on: “Presenting truthful information that shows the reality in Ukraine is crucial to dispel doubts”: An Interview with Andrey Buzarov ━ The European Conservative

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Álvaro Peñas

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