“Es mucho más lo que nos une que lo que nos diferencia, pero hay intereses políticos que juegan contra la historia”: Una entrevista con Manuel Fuentes Márquez
En el programa de televisión “El mejor de la historia”, emitido por La 1 de Radiotelevisión Española, Hernán Cortés fue descrito por uno de los participantes como un “animal” y un “asesino impresionante”. La leyenda negra está muy extendida en España y Hernan Cortes, como otros conquistadores, es retratado de un modo muy negativo. Para hablar de su relevancia historica y de los muchos mitos que le rodean, he hablado con Manuel Fuentes Márquez, historiador, divulgador y autor de la pagina de historia de España Libros y Lanzas. También es profesor de secundaria y colabora con diversas plataformas y publicaciones de divulgación histórica.
Álvaro Peñas: Algo que se insiste una y otra vez en series y películas es que el único afán de los conquistadores es la riqueza. Con Hernán Cortés ha sucedido lo mismo, pero la realidad es que el oro no es lo que le motivo a emprender la conquista de Méjico.
Manuel Fuentes Márquez: América era una de las dos opciones que tenían los hidalgos, nobles menores, para conseguir tierras y vasallos, que era lo que en aquella época otorgaba prestigio. La otra opción era guerrear en las campañas en Italia o posteriormente en Europa. Pero la mayoría de los españoles que se fueron a América no tenían problemas económicos. En el caso de Cortés, podría haberse quedado en la hacienda de sus padres ya que era hijo único, sin embargo, los jóvenes de esta época tienen una sed de aventura que les empuja a dejar sus casas y arriesgarse. Una vez en Cuba, Cortés se convierte en el hombre más rico de la isla y no tiene ninguna necesidad de emprender una aventura tan peligrosa. ¿Qué le lleva a hacerlo? La honra y el pasar a la posteridad. Se nos olvida que las lecturas de aquella época son Amadís de Gaula, las novelas de caballería o las historias de la antigua Grecia y Roma. Los jóvenes intentaban imitar a los grandes héroes como Alejandro Magno o Julio César, y la guerra era el oficio de los hombres y la profesión más noble.
Como suele pasar, estas afirmaciones se hacen pensando en la mentalidad del hombre moderno.
Exacto. Cortés logró hacer fortuna con el ganado en Cuba y fue lo que hoy llamaríamos un emprendedor. Muchos no tuvieron tanta suerte o acierto. Otro mito muy extendido es el de que todos los conquistadores se enriquecieron, pero esto sólo era cierto en el caso de los capitanes y de los que financiaban la empresa, que era una empresa privada. La mayoría de los soldados solían endeudarse para conseguir armas, pólvora y vituallas, y muchas veces no conseguían beneficio económico de la aventura.
Ha mencionado el ideal caballeresco, ¿y el componente religioso?
Es fundamental, y es innegable que la cruz iba al lado de la espada. En primer lugar, porque la Conquista de América está legitimada por las Bulas Alejandrinas, es decir, la conquista no era posible jurídicamente sin el beneplácito del Papa. Eran tierras inexploradas y la legitimidad sobre ellas estaba en manos de Dios, por tanto, su vicario en la Tierra era el único autorizado para conceder el permiso de conquista. Además, se consideraba que era un error conquistar sin un propósito evangelizador y esto se evidencia en los juicios de residencia. Los funcionarios reales, una vez finalizado su servicio, eran sometidos a estos juicios por parte de la Corona y se ponía mucho énfasis en que se hubieran cumplido las normas cristianas.
Los españoles venían de siglos de lucha contra el infiel y emplean el concepto de “guerra justa” en defensa de la verdadera religión, pero, al mismo tiempo, entienden que están luchando contra paganos, no contra infieles, por lo que la Iglesia se esfuerza en conseguir su salvación, por eso la evangelización va de la mano de la conquista.
Tras su primera victoria en el continente, los indios entregan varias esclavas a los españoles. Una de ellas, doña Marina, servirá a Cortes de traductora y es una pieza clave en la conquista. Hoy en día se la tacha de traidora.
Sí, pero en realidad es una superviviente. Es hija de un cacique que fue convertida en esclava por su madre, que se casó con otro líder tribal tras la muerte de su padre. Fue bautizada como Marina y Cortés vio en ella a una mujer que podía ayudarle a entender el mundo azteca, además de que hablaba náhuatl y maya. La expedición contaba con Jerónimo de Aguilar, un náufrago rescatado por Cortés que hablaba maya, pero que no entendía el lenguaje de los mexicas, por lo que Marina traducía del náhuatl al maya y Jerónimo del maya al español.
Pero su papel es aún más importante porque enseña a Cortés cómo es el mundo azteca. Hay que entender que eran dos mundos completamente distintos y la llegada de los españoles rompe siglos de aislamiento. Marina se adapta a la nueva realidad española para sobrevivir de la mejor manera posible. También fue una mujer muy valiente y los españoles la trataron como a una de los suyos. El cronista Bernal Díaz del Castillo hablaba de ella como de un “varón esforzado”, que no era sólo compararla con un hombre, sino con un guerrero.
Cuando se analiza el pasado se comete el error de querer hacerlo según las ideas o valores actuales. Sin embargo, ¿qué haría un hombre moderno si encontrase un mundo en el que las paredes de los templos están cubiertas de sangre, hay torres de cráneos y los sacerdotes visten con pieles humanas?
Sin duda, un hombre moderno no pensaría en diferencias culturales y saldría corriendo aterrorizado. El choque cultural que se produjo entonces fue brutal, porque los españoles provenían de una sociedad católica y la religión de Mesoamérica era terriblemente cruel. En una época en la que para los españoles lo que primaba era la salvación de las almas, porque la muerte estaba a la orden del día, lo que sucedía en Mesoamérica era inconcebible. Hablamos de una civilización que cuando no llovía sacrificaba a niños recién nacidos, entregando al dios Tláloc lo más tierno y preciado que tenían. Los españoles no podían aceptar esa barbarie.
Otro mito para explicar lo conseguido por Cortés es el de la superioridad tecnológica.
La superioridad tecnológica es un factor más, pero no es determinante. Los españoles se convierten en la mejor fuerza de elite de cualquier ejército en Mesoamérica. La armadura daba ventaja, pero no todos las llevaban y menos aún vestir una armadura completa, algo imposible por el calor salvo que fueras a caballo. También están las armas de fuego, que tampoco son decisivas porque su efecto era sobre todo psicológico. Y luego están los caballos, que los españoles utilizan en cargas de caballería, algo que los aztecas no habían enfrentado nunca y que causan estragos, pero solo tenían 16.
Es casi más importante la distinta forma de hacer la guerra, porque los aztecas buscaban hacer prisioneros.
Sí, porque para los aztecas el prestigio no estaba en matar guerreros enemigos, sino en hacerlos prisioneros para luego sacrificarlos y después comérselos. Esa antropofagia ritual tenía mucha importancia para ascender en el escalafón social. Lógicamente, eso permitía a muchos españoles zafarse de sus rivales y seguir peleando.
Sin embargo, el factor más decisivo es la ayuda de los nativos. España conquista el imperio azteca con la ayuda de los nativos y, siglos después, los españoles se independizan en contra de la voluntad de los nativos. Volviendo a Cortés, a los españoles les habría sido imposible tomar esos inmensos territorios sin el apoyo logístico y militar de muchos pueblos que estaban sometidos por los aztecas. El imperio azteca estaba en el cenit de una expansión que había sido demasiado rápida, por lo que la lealtad de los pueblos sometidos era muy débil. Cortés aprovecha esta situación para convertirse en el liberador de todos esos pueblos.
Demuestra ser un gran estratega.
En Méjico fue un estratega brillante, pero en sus empresas posteriores no tuvo fortuna. Una de las claves de su éxito fue que supo rodearse de los mejores capitanes y adaptarse a un territorio y una cultura desconocidas. Empleo la fuerza y la diplomacia según le convino y demostró una concepción patrimonial y humanística. En el aspecto militar, la toma de México-Tenochtitlán, la capital azteca, es una operación anfibia que se puede comparar a cualquier toma de una ciudad en la guerra moderna, véanse los asedios de Zaragoza, Stalingrado, o ahora mismo Gaza, donde el ejército israelí tiene que avanzar metro a metro destruyendo los edificios.
Pero, además, Cortés intenta integrarse con el territorio que acaba de conquistar. Ha cumplido el sueño de cualquier hidalgo de conseguir tierras y vasallos, y se identifica con el nuevo territorio, por lo que intenta evangelizarlos y establecer ordenanzas para evitar lo que había visto en las Antillas, donde las enfermedades y los malos tratos habían diezmado a los nativos.
Con esta identificación con el territorio y las ordenanzas, ¿Cortés se convierte en el fundador de Méjico?
Si, él es el que le va a dar la primera forma administrativa. Desde el primer momento, él trata de reconstruir México-Tenochtitlán y sobre sus cenizas refundar una nueva ciudad: la ciudad de Méjico. Y para que una ciudad tenga vida, es necesario que haya ciudadanos que la habiten y trabajen en ella. Una de sus primeras políticas es reconcentrar en la ciudad a la población que había huido como consecuencia de la guerra, y, posteriormente, reintegrarla. Para ello, entronca a las familias de la nobleza azteca con los conquistadores. De hecho, él tuvo un hijo con una hija de Moctezuma, e intenta que esos lazos se mantengan. La mejor prueba de este hecho es que un nieto de Moctezuma tiene su palacio en Cáceres.
Por otra parte, Cortés se preocupa por el otro factor que en aquel entonces daba uniformidad a un territorio: la religión. Para lograr la evangelización, Cortés trae a Méjico misioneros franciscanos. Es cuando llega fray Pedro de Gante, pariente del Emperador Carlos I, Motolinia o Juan de Zumarraga, hombres importantísimos que marcaron un antes y un después en Méjico. Por ejemplo, Pedro de Gante fue el fundador del primer colegio para nativos, hijos de la nobleza azteca, el colegio de Tlatelolco.
¿Por qué cree que sigue estando tan extendida una visión negrolegendaria de esta conquista tanto en Hispanoamérica como en España?
En una conquista siempre hay muerte y terror, como habían hecho también los aztecas, pero luego la población se fue integrando y se desarrolla una Nueva España que va a ser mucho más rica que la propia España. Por eso es un error que en Méjico pretendan hundir sus raíces en el imperio azteca, olvidando a muchos otros pueblos como los tarascos, zempoaltecas o tlaxcaltecas. Es una óptica política en la que se inventa un nacionalismo y una historia para manipular a otros, y más cuando presentas a los aztecas como humildes y pobres, cuando eran un imperio que tenía esclavizado a muchos pueblos. Este indigenismo se ha convertido en una fuente de votos y apoyo popular tremendo, y juega con un maniqueísmo absoluto. Es el mito del buen salvaje que vivía en el paraíso hasta que llegaron los españoles a acabar con ellos, y en el fondo es un problema de educación.
En España ya es hora de quitarnos la vergüenza y el acomplejamiento. Si vienen a exigirnos perdón y nosotros lo hacemos, estamos reafirmando esta mentira. En la historia hay que trabajar con los documentos, que junto a la arqueología es la única evidencia que queda realmente, y el resto es invención. Ganaríamos mucho si entendiéramos que es mucho más lo que nos une que lo que nos diferencia, pero hay intereses políticos que juegan contra la historia.
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