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Una entrevista con Andrzej Podgurski – portavoz de la Legión Polaca

2025-04-17
Tiempo de lectura: 5 min

Andrzej Podgurski es un periodista y voluntario polaco. Corresponsal de guerra desde el inicio de la invasión rusa a gran escala, es el portavoz de la Legión Polaca, una organización que abarca voluntarios de ayuda humanitaria y militares en Ucrania.

 

Álvaro Peñas: ¿Cuándo se crea y qué es la Legión Polaca?

Andrzej Podgurski: La Legión Polaca fue formada en marzo de 2022, como unidad de voluntarios dedicados a la ayuda humanitaria y la evacuación de civiles. Después empezamos a recibir peticiones de muchos polacos que querían alistarse en el ejército ucraniano o la Legión Internacional para luchar contra la agresión rusa. Esto era caótico, así que decidimos ayudar a todos los voluntarios que querían alistarse. El primer obstáculo era la ley polaca, que prohíbe alistarse a una formación militar en otro país, pero el presidente Duda salvó esa prohibición con respecto a Ucrania, y esperamos que esto se mantenga en el futuro. Una vez resuelto esto, nos pusimos en contacto con distintas empresas para conseguir el mejor material posible para los voluntarios, desde lo más básico hasta drones, todo ello en colaboración con las unidades ucranianas con las que sirven.

¿Por qué se unió a la Legión Polaca?

Soy mitad polaco y mitad ucraniano, así que para mí ha sido algo natural porque no podía permanecer impasible ante lo que estaba pasando. Empecé a ayudar en 2013 organizando acciones de apoyo a la revolución de Maidan en Varsovia, y en diciembre me desplace a Kyiv para participar en las protestas. Fui testigo de las batallas callejeras y de los disparos de los francotiradores que mataron a muchos manifestantes. Después estuve en Crimea con otros periodistas polacos y vi las primeras evidencias de la presencia de los soldados rusos (los hombrecitos verdes) y como se hacían con el control de la península. A lo largo de 2014 estuve en Mariupol, Márinka, Pisky y por todo el frente. Con el inicio de la invasión a gran escala, hice un curso para certificarme como corresponsal de guerra con el Ministerio de Defensa polaco y estuve en lugares como Bakhmut y Zaporiyia. Fue entonces cuando la Legión Polaca se puso en contacto conmigo y me ofreció ser su portavoz. Ese es mi papel ahora, y también la dirección de una Fundación para ayudar a nuestros voluntarios.  

¿Y qué motiva al resto de los voluntarios?

La motivación de nuestros miembros es muy variada, pero la mayoría entiende que es necesario parar a Rusia en Ucrania, porque si no lo hacemos después vendrá Polonia o cualquier otro país. Es necesario frenar a Rusia y que entiendan que no se tolerara una nueva agresión. Ya hemos visto lo que pasó en Chechenia, Georgia y en dos ocasiones en Ucrania.

También apoyan la labor de los paramédicos. El más conocido es Damian Duda, pero hay muchos otros, como Witold Dobrowolski, al que entrevisté en 2022.

Sí, la labor de los paramédicos es muy importante y han salvado muchas vidas. Duda y su equipo fueron condecorados recientemente por el presidente polaco y en Ucrania se les considera héroes. Conozco personalmente a ambos. 

¿Defienden alguna ideología política?

No, fomentamos la hermandad entre polacos y ucranianos, aunque sí defendemos la idea del Intermarium. Un concepto geopolítico creado después de la Primera Guerra Mundial por el mariscal polaco Józef Piłsudski para unir varios países situados entre los mares Báltico, Negro y Adriático.   

Prácticamente a diario, Rusia comete crímenes de guerra contra la población y bombardea objetivos civiles.

Sí, he estado en muchos lugares, llenos de edificios de viviendas, que han sido bombardeados. He visto las casas destruidas y los civiles, incluidos niños, que sufren y han resultado muertos o heridos por los impactos de los misiles o los drones. Mi hijo nació en Lviv, quisimos llevarlo a Varsovia para que naciera en un lugar seguro, pero el viaje se complicó. El día que nació, los rusos hicieron un ataque masivo contra Lviv. A pesar de que nuestro hospital estaba a tres kilómetros del lugar del bombardeo, la onda expansiva abrió todas las ventanas.  

¿Cree que Rusia puede doblegar la voluntad de lucha de los ucranianos con estos bombardeos?

No, los ucranianos no se van a rendir y van a seguir luchando. Basta con conocer su historia para saber eso, por ejemplo, la resistencia contra los soviéticos después de la Segundad Guerra Mundial duró hasta la década de los 60. Hace poco, alguien de la CIA decía que, en general, los ucranianos habían sido subestimados y que seguirían peleando incluso si dejaban de recibir la ayuda estadounidense. 

¿Cuál es su opinión sobre Trump y su política respecto a Ucrania?

En mi opinión, antes de Trump, la postura dominante en el mundo occidental era que lo que hacía Rusia no estaba bien porque bombardeaban objetivos civiles y que los ucranianos estaban sufriendo. Pero tras la llegada de Trump, se ha cambiado la narrativa y se quiere presentar a Putin y a Rusia como un presidente y un país normal. No lo son, y este discurso es muy peligroso. No se puede tolerar el asesinato de civiles ni la destrucción de un país y sus fronteras.

Usted es medio polaco y medio ucraniano. Las relaciones entre ambos pueblos están empañadas por lo que se conoce como la “masacre de Volyn” en 1943, la matanza de civiles polacos a manos de los nacionalistas ucranianos. ¿Qué hace falta para sanar esta herida?

Este asunto me toca personalmente, porque mi bisabuelo fue asesinado por los ucranianos, así que conozco muy bien la situación. Mi forma de verlo es muy distinta a la de los que dicen que todos los ucranianos son los culpables y, por lo tanto, no hay que ayudarlos ahora. Los responsables de este crimen deben ser claramente señalados, como también los que no lo fueron. No se puede culpar a toda la nación por la acción de unos pocos y es necesario recordarlo para que no vuelva a suceder. Creo que buscar el modo de recordar adecuadamente a las víctimas y Polonia y Ucrania deben colaborar para sanar las heridas, evitando la propaganda y empleando los documentos históricos, especialmente en un momento en el que ambos países están bajo la amenaza rusa.    

 

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