Informe: España & Portugal, marzo de 2023

España: El rey está desnudo

La actualidad política en España en el mes de marzo estuvo marcada, muy a pesar de los grandes medios de comunicación, por la moción de censura que VOX presentó contra el ejecutivo de Pedro Sánchez. A diferencia de la moción presentada por VOX en octubre de 2020 en la que Santiago Abascal se presentó como candidato, esta vez el elegido fue el profesor Ramón Tamames, un candidato independiente. Tamames, de 89 años de edad, es un catedrático de Estructura Económica y autor de numerosas obras, aunque es conocido por ser una de las figuras clave durante la Transición. Militante del Partido Comunista de España (PCE) desde 1956, fue elegido diputado en el Congreso entre los años 1977 y 1979, además de ser vicealcalde de Madrid con Enrique Tierno Galván, teniendo un papel destacado en los Pactos de la Moncloa que marcaron la Transición. Dejó el PCE en 1981, fue uno de los fundadores de  Izquierda Unida, actualmente parte de Podemos, y en 1989 ingresó en el Centro Democrático Social (CDS), un partido de centro, abandonando poco después la política.

¿Por qué Tamames? La idea de VOX al presentar un candidato independiente, es decir, que no pertenece al partido de Santiago Abascal y con el que hay discrepancias ideológicas, era hacer posible que otros partidos políticos apoyaran la moción de censura. Una moción que, como Abascal y Tamames aclararon en rueda de prensa, tenía como único objetivo la convocatoria urgente de unas nuevas elecciones generales. Sin embargo, el anuncio por parte de VOX de la candidatura de Ramón Tamales provocó un verdadero terremoto político. Por un lado, los medios de comunicación y los partidos de la izquierda acusaron al candidato de haberse convertido en un peón de la extrema derecha en el “circo” organizado por VOX, llegando a criticar incluso su avanzada edad y, en algunos casos, poniendo en duda sus capacidades mentales. Por otro lado, el Partido Popular y sus medios, al mismo tiempo que pedían un adelanto electoral, acusaron a VOX de reforzar al gobierno y de darle un “balón de oxígeno” a Pedro Sánchez.

La moción, debatida el 21 y 22 de marzo, sirvió para enumerar una a una todas las políticas nefastas, que socialistas y comunistas han aplicado en estos años, pero, sobre todo, sirvió para que muchos españoles vieran que el “rey está desnudo” y que el nivel de la mayor parte de la clase política española deja mucho que desear. A pesar de que el discurso de Tamames se había hecho público, Pedro Sánchez habló de lo que le vino en gana durante una interminable hora y media. Yolanda Díaz, vicepresidente del gobierno,  aprovechó la ocasión para presentar su nuevo proyecto político “Sumar”, que se separa de Podemos ante la previsible catástrofe electoral. El resto de las intervenciones de la izquierda y los separatistas estuvo marcada por las habituales referencias al “fascismo” y los insultos personales. “Odian a las mujeres libres que deciden sobre su vida y su cuerpo”, proclamó indignado el diputado socialista Patxi López, olvidando que la ley feminista del “sólo sí es sí” ha rebajado las condenas a más de 800 delincuentes sexuales. Por cierto, este mismo diputado ha tenido que negar su asistencia, ante la acusación de uno de los implicados, a las cenas con empresarios organizadas por el exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes, “tito Berni”, que acababan en prostíbulos.

Además de VOX, las únicas voces críticas contra el gobierno fueron las del Partido Popular y Ciudadanos, sin embargo, después de criticar con dureza a Pedro Sánchez, ambos partidos decidieron no apoyar la moción de censura. Cuca Gamarra, del PP, afirmó que el gobierno ha degradado las instituciones, atacado a los empresarios y promulgado leyes que son una “chapuza”, pero que no era el lugar, ni el momento, ni la forma para llevar a cabo esta moción de censura: “No vamos a votar a favor de esta moción por respeto a los españoles y no vamos a votar en contra de esta moción por respeto a usted, señor Tamames”. Inés Arrimadas, de Ciudadanos, enumeró 43 motivos por lo que este Gobierno es el peor de la democracia y acusó a Pedro Sánchez de hacer “tantas barbaridades tan seguidas que los españoles son incapaces de mantener el nivel de indignación tan alto”. A pesar de las 43 razones, Ciudadanos votó en contra.

En su discurso de réplica, Ramón Tamames se mostró sorprendido por la mala imagen que había visto en el parlamento y el carácter propagandístico de las intervenciones: “Yo no querría hablar en estos términos, un candidato de moción de censura no tiene que entrar en las luchas intestinas de un parlamento, pero no me esperaba un mitin como este en la patria de la soberanía nacional”. Y acusó a los partidos de estar “atacando principios fundamentales de la convivencia” y volviendo a “las dos Españas otra vez, las del 36”.

Como se esperaba, la moción de censura fue finalmente rechazada. Los 52 diputados de VOX y un diputado del grupo mixto,  exdiputado de Ciudadanos, votaron a favor, 201 diputados votaron en contra y 91 se abstuvieron. Los medios hablaron del “fracaso” de VOX, de un “Sánchez reforzado gracias a la moción de censura” o de la “oposición seria” del PP, cuyo presidente, Alberto Núñez Feijóo prefirió asistir a un ágape en la embajada sueca que estar presente en el parlamento. Pero, a pesar de ese anunciado fracaso, las encuestas han señalado una subida electoral de VOX y una bajada similar del PP. En apenas dos meses, en las próximas elecciones regionales y locales del 28 de mayo, veremos si esta moción de censura ha logrado reforzar a VOX, de ello depende que se produzca un cambio de rumbo real en la política española.

Portugal: ¿Atentado yihadista o brote psicótico?

El 28 de marzo, Adbul Bashir, un refugiado afgano que llevaba un año residiendo en Lisboa, mataba a cuchilladas a dos mujeres y dejaba varios heridos graves en el Centro Ismailí de Lisboa. Bashir acudía al centro con frecuencia y las dos víctimas mortales son su profesora de inglés y una de sus compañeras, también afgana. El atacante fue abatido por la policía y se encuentra hospitalizado. El primer ministro Antonio Costa condenó el ataque y dijo que era “prematuro hacer cualquier interpretación de este acto criminal. Todo apunta a que se trata de un incidente aislado”.

El director nacional de la Policía Judicial afirmó que “no hay un solo indicio” de que el ataque haya sido un acto terrorista y que la causa podría deberse a “un brote psicótico del agresor”. Sin embargo, algunos medios han publicado que la policía está investigando las posibles conexiones entre Adbul Bashir y grupos yihadistas. Si se confirma estas conexiones estaríamos ante el primer atentado yihadista en suelo portugués. Para aclarar este asunto, CHEGA, apoyado por los populares y liberales, solicitó una audiencia urgente del Ministro de IInterio que fue rechazada con los votos en contra de los socialistas y del bloque de izquierda.

Antes de que se cometiera este atentado, el 17 de marzo, CHEGA hizo una propuesta en el Parlamento para admitir en la Constitución de la República la posibilidad de aplicar la pena de cadena perpetua en casos  especialmente graves, y con revisión cada 25 años. La propuesta fue rechazada por los demás partidos, que tacharon la propuesta de “populista”. En su defensa de la cadena perpetua André Ventura señaló que Portugal ha extraditado a criminales a países donde sí se aplica esa condena y se preguntó que habría pasado si Bin Laden hubiese sido juzgado en Portugal: “Si hubiera sido capturado en 2001, habría sido condenado a 25 años. Ya sería libre y, con suerte, aún podría conseguir alguna subvención estatal. ¿Alguien piensa que esto es razonable?”

Al mismo tiempo, tras el nuevo rechazo a la ley de eutanasia por el Tribunal Constitucional, los socialistas han decidido volver a presentar la ley. Eurico Brilhante Dias, líder parlamentario del grupo socialista, afirmó que se estaban haciendo cambios en el texto para responder “fundamentalmente a dos aspectos planteados por el Tribunal Constitucional”. Ante la pregunta de si creía que esta vez sí será aprobada la ley de eutanasia, el diputado socialista respondió: “Por supuesto”.

El escándalo de la TAP provoca nuevas dimisiones

La corrupción sigue siendo noticia en Portugal. A mediados de mes se hicieron públicas las conclusiones de la auditoría de la Inspección General de Finanzas (IGF) a la aerolínea portuguesa, la TAP. La auditoría determinó que el acuerdo para la salida de Alexandra Reis de la TAP, firmado cuando ella abandonó la aerolínea y asumió la dirección del Tesoro en el ministerio de Hacienda, no es válido y, por lo tanto, “tendrá que devolver a TAP las cantidades que percibió tras el cese de sus funciones como consejera, que ascienden a 443.500 euros, a los que hay que añadir, al menos, 6.610,26 euros, correspondientes a prestaciones en especie”.

La primera consecuencia de esta auditoría fue que el Gobierno destituyó al presidente del Consejo de Administración, Manuel Beja, y a la consejera delegada de la compañía, Christine Ourmières-Widener (ambos han sido despedidos sin indemnización, por lo que su caso también se resolverá en los tribunales). Por su parte, la TAP defiende haber actuado de “buena fe”  y ha iniciado el proceso para recuperar la indemnización. El Gobierno ha querido dar por cerrado el caso con estos ceses y elude cualquier responsabilidad política, pero lo cierto es que las sospechas sobre un posible tráfico de influencias son cada vez mayores y podrían  salpicar al Ministro de Hacienda, Fernando Medina, cuya dimisión ya ha sido solicitada por los partidos de la oposición.